sábado, 11 de mayo de 2013

Ebooks: Ser o no ser...ese es el dilema







Desde la salida de las tablets, jamás me imaginé con un gadget de ese tipo y menos aún, yendo con él para todas partes.

Sin embargo, durante muchos meses me he devanado los sesos pensando en la manera de recuperar mi viejo amor y mi más caro hábito: leer.

El viejo debate sobre las ventajas y preferencias de los libros tradicionales sobre los electrónicos me parecía claro y con un sólo ganador: el libro impreso.

Sin embargo, tengo que admitir que ya había llegado a profundidades insospechadas donde apenas me quedaban unos 10 minutos para dedicarle al libro de turno.

Además, los precios de los libros habían hecho que frenara mis adquisiciones, obligándome a ser más exigente a la hora de gastar $30 en un libro, para que después terminara en mi librero y sin terminar, simplemente porque no me gustó.

Mi primera movida fue empezar a comprar por Amazon, ahorrando con ello MUCHO, por lo que recomiendo en gran manera este medio para adquirir los libros que tanto te gustan.
Sin embargo, nunca he sido un hombre paciente y la larga espera de semanas para recibir mis libros me causaba estrés innecesario.

Un día, sólo a modo de experimento, instalé el lector de ebooks “Aldiko” en mi Sony Xperia y en él empecé a leer mis libros de la serie de “Juego de Tronos” - los cuales ya tenía pero en versión impresa - y de allí en adelante esto fue amor a primera leída.

He vuelto a ser el lector empedernido que una vez fui y ahora aprovecho cada tiempo libre del que dispongo para leer, sin importar el lugar, ya que los libros van conmigo en ese milagroso misterio llamado “smartphone”.

Ya no tengo que preocuparme de que mis libros sean demasiados voluminosos para mi mochila de diario o peor aún: de maltratarlos por estarlos cargando para arriba y para abajo.
Sí, lo confieso: soy un maniático a la hora de referirme al cuido de mis libros.

Resumiendo: no me detuve hasta que compré una tablet de 10” en la cual ahora cargo más de 40 libros, todos dispuestos en un bello librero, muy al estilo de mi lector favorito: “Aldiko”, el cual recomiendo ampliamente si navegas en las aguas de Android.

Si hay espacio, oportunidad y tiempo, saco la tablet y con ello tengo casi la misma sensación que antes al pasar las páginas de un libro tradicional.

De no darse las condiciones, entonces leo en mi celular sin ningún problema, ya que puedo aumentar el tamaño de la fuente a niveles que derroten mis problemas de la vista.

Sólo me queda decirles que se hagan un favor a ustedes mismos y abracen la causa de los libros electrónicos, ya que más serán las ventajas que los inconvenientes.

Y ese pequeño, anciano y sabio lector que llevamos por dentro - ávido de saciar su hambre de conocimiento la mayor cantidad de veces que se pueda - nos lo agradecerá.



Por Yohel Amat