domingo, 2 de noviembre de 2014

¿El crimen paga o no paga? El final de la serie Boardwalk Empire nos lo dice

Por Yohel Amat





"SPOILERS": Si eres fan y no has visto el final de la serie, no sigas leyendo.

Ha finalizado una de las series más interesante e incomprendida de los últimos tiempos. Lo tenía todo para ser la serie de prestigio y de masas en HBO, pero nunca contó ni con lo uno ni con lo otro.

Y lo digo porque para la crítica, la serie le fue indiferente y para los ratings, nunca llegó a las alturas que se esperaban.

Sin embargo hay que ser justos, ya que un drama televisivo que contó con Martín Scorsese dentro de la producción, tenía que tener clase, sangre, lujo, esplendor y personajes muy bien delineados. Y de eso sobró siempre en Boardwalk Empire.

Hay mucho que decir sobre esta serie, pero los medios se están encargando de diseccionar el último capítulo y todas las temporadas anteriores, demostrando con ello que no estamos ante el final de una serie común y corriente.

Me limitaré a decir que Boardwalk Empire era más que eso.

Esta última temporada nos permitió, por última vez, sumergirnos en el pasado de Enoch Malachi "Nucky" Thompson,  un mafioso que nunca lo pareció, ya que más semejaba a un alma atormentada por su pasado, tratando de llenar con dinero los vacíos que le dejaron una espantosa niñez de pobreza, abusos y maltrato.

Sin embargo, el mayor de los vacíos lo escogió por voluntad propia, al momento de venderle su alma al diablo, al entregarle a un pedófilo a una joven e inocente Gillian Darmody, prometiéndole de paso que siempre estaría pendiente de ella.

Y Nucky todo lo hizo por subir un escalón más en su ambición por alcanzar las alturas a las cuales quería llegar.

Ello le costó la vida, en una de las justicias más poéticas jamás vista en la televisión, y su propia alma.

¿El crimen paga o no?

Si leemos los titulares de los periódicos, pareciera que sí en muchos casos.

Sin embargo, prefiero aferrarme a la moraleja que deja esta serie, luego de cinco años: el crimen aparenta pagar, pero el precio que exige a cambio en soledad, sangre, cárcel, vacío, tristeza y dolor, es muy alto.

¡Salve Nucky Thompson!