sábado, 12 de octubre de 2013

Joyland o la novela de terror qué nunca fue



Por: Yohel Amat


Tengo que admitir que a mis 48 años, ya estoy cayendo presa de la melancolía y del sentimentalismo.

Cuando uno llega a cierto punto en la vida - dónde las estadísticas dicen que ya uno tiene más pasado que futuro - es cuando uno tiende a hacer un balance de la vida: amores, errores, aciertos, promesas, mentiras, fracasos, mentiras...

Es en esos momentos cuando recordamos, como si hubiesen sucedido ayer, todos esos días cuando éramos vigorosos, jóvenes e inocentes.

De esto precisamente trata la nueva novela de Stephen King, 'Joyland', la cual por su portada pudiese deducirse que se trata de una de sus tradicionales novelas de terror, pero ya después de pasar la última página puedo decirles que ello nunca se dio.

Nunca fue así.

Sin embargo, con ello no quiero decir que me halla sentido decepcionado de su lectura.

Sin embargo sí tengo que criticarle el detalle excesivo con el cual King trata de demostrarnos todo lo que investigó con respecto al mundo y la jerga de las otrora gloriosas ferias de atracciones.

Casi pareciera que King "llovió sobre mojado" aturdiéndonos con adjetivos en exceso, haciendo con ello que la historia en algunas partes se hiciese pesada y tediosa.

Quizás fue la única la forma que encontró King para convertir un cuento en novela; cuento que pudo haber sido "redondo" y perfecto sin tantos detalles de ferias, resultando con ello en la gestación de una novela agridulce.

¡Ah!, pero no teman. Hay misterio. Y subrayo 'misterio', no terror; ya que la trama central es la investigación de un asesinato ocurrido en la Casa del Terror, mismo que obsesiona al joven protagonista de la novela, Devin Jones.

Sin embargo, el misterio no es el tema central y en varias ocasiones es dejado en el olvido, para ser recuperado con vigor al final de la novela.

Hay amor; hay madurez; hay descubrimiento; hay muerte; hay pérdida de la inocencia; hay dolor e inclusive una relación que el libro no me develó si evolucionó en el tiempo - o al menos yo no lo descubrí - y que hubiese sido el toque perfecto, dados todos los buenos y terribles momentos que pasaron juntos.

No doy nombres para no arruinar la lectura de la novela.

Parece que los años han "suavizado" a Stephen King, llevándolo del terror "hardcore" de sus primeras novelas al drama sobrenatural que despliega en muchas de sus obras, ya que hubo pasajes que tengo que aceptar que me conmovieron por su humanidad y sentimiento, algo que sólo un buen escritor puede lograr.

¿La recomiendo? Sí, y más que es una novela corta. ¿Es lo mejor de Stephen King? No, no lo es; pero tampoco es una mala novela, es sólo que se mercadea como 'terror' cuando en el fondo es una novela con un gran corazón que nos revela caminos y sentimientos que todos hemos tenido cuando éramos felices, jóvenes e inocentes.

Y le doy gracias al maestro por haberme refrescado la memoria sobre muchos momentos que son sólo míos y que morirán conmigo cuando llegue mi momento. Gracias, Stephen King.


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